En Colombia, las viviendas están disminuyendo de tamaño como respuesta a cambios sociales y económicos recientes. Según El Espectador, esta tendencia se explica por el aumento de hogares unipersonales y pequeños, la necesidad de soluciones habitacionales más asequibles y la demanda por espacios funcionales en zonas urbanas densas. Este fenómeno obliga a los desarrolladores a ofrecer apartamentos compactos con diseños innovadores que maximizan el uso del espacio, facilitando la movilidad y la sostenibilidad.
Además, esta compactación de viviendas está impulsando modelos alternativos como el coliving y el cohousing, que promueven la convivencia comunitaria y ofrecen ventajas económicas a residentes jóvenes y profesionales. Aunque las viviendas son más pequeñas, la calidad de vida puede mantenerse o incluso mejorar si se integran espacios comunes, tecnología y servicios compartidos. La tendencia refleja una adaptación del mercado inmobiliario a nuevas formas de vivir y a las realidades financieras de los colombianos.
Fuente: El Espectador, 2025.